Abraham Cresques (1325-1387), cartógrafo judío mallorquín, es famoso por dirigir el taller que produjo el Atlas Catalán (1375). Obra fundamental de la cartografía medieval, representó con precisión Europa, África y Asia, integrando el conocimiento geográfico árabe, judío y cristiano. Bajo la protección del rey de Aragón, previó la difusión de sus mapas por toda Europa. Su obra demuestra el papel central de los judíos en la transmisión del conocimiento científico y geográfico en la Edad Media. Sigue siendo una figura emblemática del «círculo mallorquín», donde se entrecruzaban la ciencia, la fe y el comercio.